Este año los centros educativos de Carrús están a la última en innovación metodológica, aprendizaje significativo y construcción de barrio. Y el
IES Monserrat Roig además lo está haciendo con mucho estilo pues l@s alumn@s del PCPI de Servicios auxiliares de Peluquería y Estética han llevado a cabo una iniciativa de Aprendizaje y Servicio en colaboración con dos entidades ubicadas en el barrio de Carrús:
Cáritas Interparroquial y el
Centro Ocupacional La Tramoia.
La iniciativa ha consistido en preparar y llevar a cabo tres sesiones de asesoramiento de imagen personal en la que los alumnos del
IES Monserrat aconsejaban a usuarios de las entidades mencionadas para sacarle el máximo rendimiento a su imagen y llevaban a cabo las transformaciones acordadas.
Durante estas sesiones, el
alumnado del PCPI asesoró de forma individualizada a un total de cincuenta personas, veinte de C
áritas Interparroquial y dos grupos de quince procedentes de
La Tramoia. Se realizaron tratamientos de lavado, corte, tinte y peinado del cabello, depilaciones, manicuras y pedicuras. Las sesiones resultaron muy motivadoras, tanto para el alumnado del instituto, como para las personas que recibieron los servicios de peluquería y estética.
Un
Aprendizaje y Servicio es un proyecto educativo que funde la intencionalidad pedagógica con la intencionalidad solidaria mejorando los efectos de ambas. Es decir, el aprendizaje mejora el servicio a la comunidad, que gana en calidad de vida y equidad, y el servicio da sentido al aprendizaje al permitir que se transfiera a la realidad en forma de acción.
El impulso a este proyecto en Carrús se lo dio el equipo de profesoras del PCPI de Servicios Auxiliares de Peluquería y Estética, Carmen Amorós y Elisa López, que se pusieron en contacto con las direcciones de
Cáritas y
La Tramoia, las cuales acogieron con mucho entusiasmo la propuesta y se pusieron manos a la obra. Se comenzó por el grupo de
Cáritas y, en vista del éxito de la experiencia, se continuó con La Tramoia.
Para el alumnado de 1º y 2º de este PCPI esta experiencia ha supuesto, además de mejorar su técnica profesional, entrar en contacto con personas cuyas trayectorias vitales están llenas de obstáculos que deben intentar superar para no verse abocadas a la exclusión así como una motivación extra hacia los contenidos curriculares pues el aprendizaje se hace vivencial, crítico y significativo.
Por otro lado, para las entidades sociales participantes en el proyecto el mismo ha supuesto beneficios que traspasan la mera prestación del servicio pues esta iniciativa aporta visibilidad a la entidad social y su misión al tiempo que establece cauces para trabajar de manera coordinada con otros agentes del territorio y contribuye a avanzar en el compromiso y responsabilidad sociales de las jóvenes generaciones del barrio.
Este proyecto es un excelente ejemplo de las redes que vamos tejiendo en Carrús y un camino a seguir para tod@s los centros educativos y entidades del barrio pues sus efectos van mucho más allá de las aulas y entidades en los que se llevan a cabo reforzando el trabajo en red entre las diferentes instituciones y entidades de carrús y construyendo un barrio como escenario pedagógico, protagonista y destinatario de las acciones educativas, y no sólo como recurso didáctico.
¡Lo estáis haciendo genial!
Podéis acceder a un relato pormenorizado de una experiencia similar realizada en
Santurtzi en este enlace.